Estoy en esta fase… En un momento especialmente difícil, lento, doloroso, duro. Proceso de cambio, de asimilación de todo lo que me ha sucedido en estos años. Asumiendo el duelo por el que tengo que pasar. Un duelo por mi antigua versión de mí misma.

Pero en este proceso no puedo escribir, siento mucha angustia. Puedo leer de vez en cuando. La mayor parte de los días los paso esperando a que llegue la noche para que acabe, al fin, el día. Con la ilusa esperanza de que el día siguiente será totalmente diferente.

Es cierto que desde que decidí dejar la cocaína hasta hoy he mejorado bastante. La angustia ya no es omnipresente, no es constante. También tengo en quienes apoyarme, y les doy las gracias desde aquí.

Lo peor del cambio es lo que tengo por hacer. Dejar de ser un «átomo social» para vincularme socialmente y practicar aquello a lo que aspiro. El apoyo mutuo, la locoridad, la cooperación… los anti-valores del capitalismo y el psistema. Esto me costará mucho, deberé moverme. Pero será necesario. Por mí, por ti, por los que vengan.

Tan solo quería explicar por qué todavía el blog sigue parado… Porque me duele, me duele no poder escribir, no poder compartir, no poder hacer lo que más disfruto.

Abrazos a mis lectoras. Volveré cuando esté en condiciones. Quizá debáis esperad sentadas.

Categorías:Auto-reflexión

Etiquetas:Duelo, escritura